Haydeé Reyes Soto
16-10-2020
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El 17 de Octubre se conmemora el Día Internacional para la erradicación de la pobreza, promulgado por la Organización de las Naciones Unidas con el fin de recordar la misión de trabajar para eliminar ese flagelo.
Vivimos en un mundo con un nivel sin precedentes de medios tecnológicos, desarrollo económico y recursos financieros, por lo que es un escándalo moral que millones de personas vivan en extrema pobreza y condiciones de desigualdad.
México, está catalogado como la economía número 15 a nivel mundial y es la segunda economía más competitiva de América Latina; sin embargo, cerca del 42 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza, situación que sin duda, ha sido afectada por la crisis que trajo la pandemia. Por eso, hoy en día es muy valioso contar con los programas sociales implementados por el gobierno federal que ayudan a cerrar la brecha de desigualdad y estimulan los mercados internos. Pero aún falta mucho por hacer.
En el estado de Oaxaca, más de 66 por ciento de la población vive en situación de pobreza, y en un contexto donde la migración interna suele aglutinarse en las zonas urbanas, actualmente 70 por ciento de la población se concentra en las ciudades, y por lógica es en la capital donde vale mucho la pena revisar la trascendencia de los proyectos y programas de las autoridades locales para enfrentar los retos que esto representa.
Oaxaca es una ciudad Patrimonio Mundial de la humanidad. Llena de arte, historia y cultura, con profunda vocación turística; pero esto es contrastante con lo que vemos a tan solo minutos del centro histórico. En Oaxaca de Juárez tenemos una población de 264,251 habitantes, un total de 185 colonias, 81 fraccionamientos, 14 barrios y 280 asentamientos humanos. Nuestra población está caracterizada por ser multiétnica debido a la migración interna. La mancha urbana ha crecido de manera rápida y desordenada, ha incrementado las necesidades de infraestructura, de servicios, empleo y seguridad.
Por ejemplo, si nos remitimos a colonias como la Heladio Ramírez encontramos la pobreza de servicios y deficiente infraestructura urbana, si nos vamos a la parte de San Martín Mexicapan, encontramos una creciente situación de inseguridad, fenómeno que va ligado de manera directa a la pobreza y que cada vez infecta más a toda nuestra ciudad y se padece en todos los niveles.
Debemos dejar de pensar que este problema es exclusivamente una falta de ingresos ya que es, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad. Las personas que viven en la pobreza experimentan muchas privaciones que se refuerzan mutuamente, impidiendoles ejercer sus derechos y perpetuar su pobreza, entre ellas: condiciones de trabajo peligrosas , vivienda insegura por vivir en zonas de riesgo y carentes de servicios básicos, falta de alimentos nutritivos, acceso desigual a la justicia, falta de poder político y acceso limitado a la atención médica.
Desafortunadamente, los recursos con los que cuenta un municipio como el de Oaxaca de Juárez, no son suficientes para resolver la complejidad de los problemas. Es una realidad que debe haber mayor atención en términos de presupuesto al crecimiento de las ciudades y de sus problemas. Pero también se debe asumir por parte de los gobernantes, el compromiso en la honestidad en la ejecución de los recursos y la transparencia son indispensables, para no tener obras plagadas de corrupción e inservibles.
Y a esto se añade la imperante necesidad de hacer uso de la imaginación para realizar acciones de gobierno que son de gran impacto, pero que requieren, capacidad, creatividad y experiencia de los servidores públicos para optimizar los pocos recursos son lo que se cuenta. El gobierno federal está haciendo un enorme esfuerzo, pero es a partir de los gobiernos municipales, como primera línea de contacto social donde se requiere de la visión y de la voluntad política para hacer de su territorio una zona de desarrollo.
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